Guillermo Manrique
CARGANDO

La niñez es la etapa del ciclo vital en la que el sentimiento y la sensación predominante debería ser la felicidad y el bienestar.

He tenido la oportunidad de ver a muchos niños y niñas en mi consulta desde hace años, algunos de ellos suelen ser remitidos a psicología por problemas de comportamiento en sus colegios y casas, o porque están “deprimidos” según sus familias o profesores.

Tristemente, he encontrado que muchos de estos niños desde edades muy tempranas se narran así mismos de manera patológica, identificándose y definiéndose con cuadros clínicos; así, es común encontrar a niños y niñas que dicen “vengo porque soy depresiva”, “en el colegio se dieron cuenta que soy ansioso e hiperactivo”, entre otros.

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¡No es posible que “una patología” defina desde el inicio la personalidad de tu hijo o hija! Hablemos claro, una cosa es la enfermedad o la dificultad y otra cosa es el ser humano que se enfrenta a ella.

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Hoy, la psicoterapia con niños y niñas es un proceso de trabajo en red. La familia y los colegios en tanto organizaciones sociales detectan la necesidad que tienen los estudiantes o sus integrantes menores de edad de un apoyo psicológico, y en ese orden de ideas, en el trabajo clínico con niños la aparición de un síntoma se concibe por un lado como la manifestación de su psiquismo en construcción, pero también como una forma en la que la familia o el colegio ha encontrado una manera de manifestarse.

Es por esta razón que el trabajo clínico con niños no está aislado del trabajo con los padres e incluso con el colegio.

El cambio siempre es posible, solo necesitas compromiso y constancia.

HABLEMOS